Antes solían ser, 4 platos, 4 pares de cubiertos. Todo 4. Número par.
Antes, cuando venían mis abuelos, solían ser 6. 6 platos sobre la mesa, 6 pares de cubiertos, 6 vasos.
Antes, cuando venían mis tíos, solían ser 10. 10 platos, 10 pares de cubiertos, 10.
Todos números pares.
Ahora, son 3. 3 platos. 3 pares de cubiertos. 3 vasos. Todo 3. Número impar.
Ahora, cuando vienen mis abuelos, son 5. 5 platos, 5 vasos...
Ahora, cuando vienen mis tíos, son 9. 9 platos, 9 vasos.
Todos números impares.
Falta alguien. Seis grados de separación? No tanto. Porque es mi viejo. Sí. Separación.
Pasar de que sobre la mesa hayan platos y vasos, todos marcados en números pares; a vasos y platos, marcados en números impares. Somos tres ahora. Mi mamá, mi hermano y yo. 3 es número impar. Por lo tanto, todo pasa a ser número impar.
Separación. Y no precisamente acompañada por el 'seis grados' delante.
Papá se fué de casa. Y con él, se fueron los números pares. Y llegaron los impares.
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